viernes, 11 de noviembre de 2011

Querido amigo;

Y para cuando quieras darte cuenta, me habrán ocurrido mil cosas y tú no habrás estado presente en ninguna de ellas, ya no dibujarás sonrisas en mi cara porque otras personas las habrán pintado por ti.
Para cuando quieras dejar de hacer lo que haces, quizás yo ya... simplemente ya sabes, simplemente ya nada vuelva a ser como antes. Y es una aunténtica pena porque yo siempre había dicho, creido y afirmado que tu ibas a estar conmigo. Y odio equivocarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario